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La contaminación acústica

Los habitantes de la mayor parte de ciudades en el mundo desarrollado y en vías de desarrollo están expuestos a elevados niveles de contaminación acústica fruto de la actividad humana. Medios de transporte (coches, aviones, trenes…), industrias, bares y locales comerciales, así como las molestias causadas por los vecinos, son los principales causantes de una contaminación que, pese a no verse, tiene efectos negativos en la calidad de vida de los ciudadanos.

La contaminación acústica afecta al sistema auditivo, puede tener efectos psicológicos negativos, provocar alteraciones en el sueño, e incluso convertirse en un factor de riesgo cardiovascular. Según la Organización Mundial de la Salud, alrededor del 40% de la población de los países europeos está expuesta a ruido de tráfico de más de 55 dB(A) durante el día, y más del 20% a niveles de más de 65dB(A).

Para reducir la contaminación acústica y garantizar el descanso de los ciudadanos en sus viviendas, el Código Técnico de la Edificación recoge en el Documento Básico de Protección frente al ruido, una serie de medidas dirigidas a limitar los ruidos generados tanto en el exterior como en el interior de las viviendas de nueva construcción.

Gracias a su calidad y resistencia, los materiales cerámicos garantizan unos elevados niveles de aislamiento acústico. En el caso de las paredes de ladrillo construidas con el sistema SILENSIS se consiguen resultados de aislamiento acústico que superan los límites establecidos por la ley, garantizando así un nivel de confort vital óptimo para los usuarios.